Ahora, bajando a la realidad: hoy el escenario tiene alrededor de un 30 % de probabilidad y se irá ajustando en los próximos días.

Lo que vemos es que el vórtice polar comienza a desdoblarse, liberando lengüetas de aire congelante hacia Europa, Rusia y Estados Unidos, lo que podría producir heladas incluso más fuertes que las del 10 de noviembre de 2025. Con esta configuración, entre el 26 y el 28 de noviembre hay señal para nevadas moderadas en el oeste de EE. UU. y posibilidad de que algo de nieve roce el norte de México, en zonas fronterizas con Arizona y Nuevo México. 

Después del 28 de noviembre y hasta aproximadamente el 5 de diciembre, la señal se debilita: El modelo ECMWF concentra la nieve sobre el norte de Estados Unidos, afectando sobre todo Pensilvania, el noreste, Michigan, Montana, Washington y las Dakotas. El GFS, más “extravagante”, extiende la franja de nieve algo más al sur, abarcando Iowa, Tennessee, Ohio, Kentucky, Misuri y Arkansas, además del norte del país. 

Es importante remarcar que, aunque el GFS fue uno de los modelos más certeros en la temporada de huracanes 2025 a mediano plazo, esto no garantiza que su escenario de nieve extrema se cumpla. De momento hablamos de una señal fuerte en altura, pero de baja confianza en superficie, que puede reforzarse o desvanecerse con las próximas corridas.